Fiera

La piscina

 

Buenas, buenas, ¿Cómo van?  por acá en plena menopausia, disfrutando de este mágico momento de absoluto caos hormonal. Ya me dieron el alta de la gripe que me tenía encarcelada en mi casa. Este domingo tras esperar tres semanas, trepándome por las paredes, regreso a la piscina. Claro, si todas las condiciones se dan, porque de hoy al domingo podría pasar cualquier cosa. Pero he decidido que el domingo nado, así tenga que llenar mi tina, ponerme los lentes y que alguna de mis hijas me agarre de los pies. Ya que he tenido más tiempo para meterme en mi mundo, organizarme y reflexionar sobre porque caí en este resfrío, he estado recordando mis primeros contactos con el agua.

Cuándo tenía 5 años, a mis padres los invitaron a una comida "elegante" era en la casa de una tía que vivía en San Isidro. Está tía no tenía ningún vínculo consanguíneo conmigo, en realidad estabamos en la casa de la tía millonaria de una amiga de mi mamá que se había ido de viaje. La casa era gigante, yo conocía muy bien a estás 2 parejas de amigos de mis papás quienes después se convirtieron en mi familia. Mi mamá es trapera, le gustan los trapos, la ropa y siempre se ha vestido muy bien y tiene muy buen gusto. Desde que nací me vistió de bobos, charol, vestidos con entramados de flores, medias panty etc. Bueno, trato. Mis papás tocaron el timbre, mi mami me tenía de la mano, abrieron la puerta y no alcanzaron a saludarse porque yo vi una piscina gigante rectangular en el patio y desparecí. Según me cuenta mi mamá, jale un inflable y me eche, empecé a remar hasta que el inflable se volteó y yo salí flotando y nadé hasta borde. Mi papá no se llego a tirar, porque fue en 2 segundos, y en sus palabras, en ningún momento me vio en peligro, yo había aprendido a flotar al año y a los 5 ya nadaba 25m en mi academia. De lo único que me acuerdo es del terror que me daba salir de la piscina. Mi papá me saco y mi mamá me estaba esperando con una toalla. Me secaron entre mi mamá y mis tías, me pusieron un polo largo con una correa al medio y de pronto regresé a los 60 en la moda. Ayer hablando con mi mamá le agradecía por lo difícil que debe de haber sido para ella criarme. Nos reímos mucho y mañana vamos a almorzar.

Y así sigue la vida. Disfruten.